lunes, 10 de marzo de 2014

Es la eterna pregunta: ¿de verdad es factible lanzarme a montar mi propia empresa? Y, evidentemente, la respuesta no es sencilla. Influyen tantos factores como tipos de negocio y personas dispuestas a llevar las riendas de los mismos.
Desde las motivaciones que nos llevan a emprender hasta la existencia de una verdadera oportunidad de negocio, pasando por las actitudes y aptitudes de cada emprendedor, emprender o no está sujeto a una serie de consideraciones que hay que tomar muy en cuenta antes de “lanzarse a la aventura” del emprendimiento.
Porque crear y consolidar una empresa es un proceso complicado en el que entran en juego factores tanto personales como profesionales.
De una parte, no es suficiente tener una idea de negocio. Para que ésta se materialice en una verdadera oportunidad de negocio que posibilite la sostenibilidad en el tiempo de una empresa es necesario conocer las condiciones del mercado en el que nos movemos, cuál es nuestra competencia y quiénes nuestros clientes. Y, por su puesto, valorar si éstos están dispuestos a comprar nuestro producto o servicio. Además, es vital poseer los elementos necesarios para poner en marcha un negocio, y éstos viajan desde la disponibilidad de capital o financiación, hasta el equipo humano que lo conformará.
De otro lado, emprender con éxito requiere de ciertas habilidades y conocimientos de gestión empresarial, comercial y de marketing, así como de una actitud determinada a la hora de afrontar retos y riesgos, de capacidad organizativa y de negociación y de una valoración previa de cómo el desempeño de ésta actividad profesional influye en nuestra vida personal.
Por ello, es importante tener en cuenta ciertas ventajas y desventajas de emprender y reflexionar sobre las expectativas que generamos.

VENTAJAS DE EMPRENDER

Estabilidad en el empleo
En el contexto laboral en el que nos hayamos inmersos, “trabajar en una empresa toda la vida”, al menos como empleado, empieza a difuminarse en favor de una mayor movilidad laboral, pero también de una mayor incertidumbre. La generación de autoempleo no está exenta de esta incertidumbre ante el futuro, pero la continuidad o no de la actividad depende de factores económicos y de negocio, y no de otro tipo de decisiones. 
Autonomía
Como emprendedores, somos nosotros los que marcamos el ritmo e imponemos las normas que regirán nuestra actividad. Si bien es cierto que, como explicaremos más adelante, exige una gran dedicación, horas y esfuerzo, ser “nuestro propio jefe” nos permite decidir de forma autónoma cuál es el mejor momento para realizar determinada tarea o cuál es el nivel de exigencia a aplicar.
Sobra decir que este tipo de decisiones han de moverse siempre dentro de los principios de responsabilidad, perseverancia y búsqueda de la excelencia y de la calidad si deseamos el éxito de nuestro negocio. Pero también nos permite poner en marcha nuestras propias ideas y metodologías de trabajo, adaptar la actividad a nuestras necesidades y decidir en qué grado queremos conciliar nuestra vida laboral y familiar.
Satisfacción personal
Porque, para muchos, nada produce más satisfacción que un trabajo bien hecho, sobre todo si se desarrolla, desde su gestación hasta su ejecución, bajo nuestra propia percepción de cómo debe realizarse.
Este tipo de satisfacción está relacionada con nuestra puesta en valor como individuos a través del planteamiento y superación de diversos retos, de aplicar de forma productiva e imaginativa nuestras habilidades y de obtener resultados fruto de nuestro esfuerzo, nuestra dedicación y nuestra pasión.
Luchar por algo propio
Muy en la línea de lo anterior, emprender significa poner un proyecto en marcha, especialmente cuando entraña dificultad. Emprender es una lucha diaria por superar retos y obstáculos, pero esta batalla se hace mucho más llevadera cuando tiene por objeto la consecución de los objetivos que nosotros mismos nos hemos marcado.
Pero no sólo están en juego nuestras aspiraciones, sino también el tiempo y el dinero que hemos invertido en nuestro proyecto, los sacrificios realizados para ponerlo en marcha y la posibilidad de legar ese fruto de nuestro esfuerzo a futuras generaciones.
Mayores ingresos
Quizá éste sea uno de los puntos más controvertidos, pero, si nuestro proyecto está bien planteado y finalmente tiene éxito, podemos aspirar a tener mayores ingresos que trabajando por cuenta ajena.
Si bien es cierto que, en ocasiones, en las etapas iniciales de una empresa los gastos son mayores que los ingresos, por lo que es recomendable contar con un remanente y un plan económico en el que hayamos calculado durante cuánto tiempo podemos “permitirnos” perder dinero antes de empezar a obtener beneficios, una vez llegados a este punto, las posibilidades de incrementar nuestra percepción económica también aumentan y, además, ésta irá en relación con el éxito económico de nuestro proyecto empresarial.
Prestigio social
Poner en marcha y consolidar una empresa que, con su actividad, sea capaz de cubrir necesidades y demandas reales y contribuya a la mejora del entorno en el que vivimos puede constituirse como una gran fuente de reconocimiento social que, si bien no ha de ser el fin último, puede abrirnos muchas puertas para seguir creciendo y evolucionando tanto profesional como personalmente.

DESVENTAJAS DE EMPRENDER

Mayor dedicación
Cuando ponemos en marcha nuestra propia empresa, debemos saber desde el principio que ésta requerirá muchas horas de esfuerzo y dedicación, sobre todo al principio. Emprender significa, en muchos casos, desarrollar muchas aptitudes y ser capaces de ponerlas en práctica todas a la vez, esto es, ser “multitarea”.
Estar al frente de un negocio no significa sólo hacer caja a final de mes, sino que el control y la supervisión de todas las actividades y decisiones que se toman debe ser constante. De hecho, cuando se trata de microempresas, suele ser una sola persona la encargada de desarrollar varias actividades necesarias para el normal funcionamiento del proyecto, por lo que la dedicación es todavía mayor.
No obstante, y tal como hemos explicado más arriba, tenemos una mayor autonomía para decidir el cuándo y el cómo de cada tarea.
Riesgo económico
Son muchos los factores que determinan el éxito o fracaso económico de nuestro proyecto empresarial, tanto externos, como puede ser un entorno poco favorable, como internos, que pueden derivarse de una mala gestión.
Como empresarios, los responsables de la viabilidad económica de nuestro proyecto somos nosotros y, en especial, los autónomos y pequeñas empresas, ya que en éstos casos el capital suele provenir de fondos propios o de otras vías de financiación, pero de cuya deuda somos responsables.
Además, del éxito o fracaso económico del proyecto dependen los beneficios o ingresos que percibamos y, por lo tanto, nuestra forma de subsistencia. También hay que tener en cuenta que los ingresos pueden variar notablemente de un mes a otro, por lo que es recomendable una cuidada planificación económica.
Incertidumbre
En relación con lo anterior, la incertidumbre con respecto al crecimiento y consolidación de nuestro proyecto empresarial es constante para el emprendedor. Como empresarios o profesionales autónomos, somos los responsables últimos de cada decisión, de cada éxito y de cada fracaso.
No existe una fórmula que garantice el triunfo de nuestro proyecto y siempre cabe la posibilidad de que se produzca un giro inesperado de los acontecimientos, por lo que es vital contar con un plan B en caso de que todo falle.
VIA | Infoautonomos
Desde aquí queremos apoyar y desear suerte a todas aquellas personas que están dispuestas a emprender su nuevo camino.

sábado, 25 de enero de 2014

La Caixa ha lanzado una nueva línea 'eco Financiación', dirigida a impulsar el crédito en el sector agrario y a facilitar la financiación de proyectos de desarrollo sostenible respetuosos con el medio ambiente. La nueva línea de productos incluye una amplia gama de modalidades, creadas para ofrecer crédito a medida de cada proyecto, como financiación a corto y medio plazo, micro créditos, leasing, entre otros, según ha explicado en una nota la entidad.
La Caixa ha indicado que dará prioridad a aquellos proyectos del sector agrario que mejoren la eficiencia en el uso del agua, las energías renovables, la gestión de residuos, la eficiencia energética, la agricultura ecológica y el desarrollo rural.
Este planteamiento es "una forma de trasladar a la oferta financiera de la entidad el compromiso que la entidad tiene con el respeto al medio ambiente" y la realización de la actividad comercial de acuerdo con principios de responsabilidad corporativa.

Productos de financiación e inversión
La línea 'eco Financiación', conforme ha informado La Caixa, incluye cuatro productos de financiación, tales como 'eco Préstamo Agrario', que es un préstamo de hasta 180.000 euros para personas físicas y 300.000 para empresas, con aval de La Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (SAECA).
Asimismo, 'eco Agroinversión', que es un crédito abierto con garantía personal, y 'eco Microcrédito Negocio', que permite a autónomos o microempresas de productos o servicios ecológicos disponer de hasta 25.000 euros, también forman parte de la mencionada línea de financiación.
Además, 'eco Leasing' facilita la adquisición de equipos de producción de energías renovables que contribuyan al ahorro energético en las instalaciones agrícolas o ganaderas.
Por otra parte, la línea se completa con dos productos de inversión, la cuenta 'AgroCaixa' y la cuenta 'Verde MicroBank', que incluyen ventajas como la tramitación gratuita de la PAC y el mantenimiento e ingreso de cheques de forma gratuita, según ha detallado todo la entidad financiera.
Cerca de 200.000 clientes en Andalucía
En Andalucía, La Caixa ha señalado que ofrece atención especializada a sus cerca de 200.000 clientes del sector desde sus 436 oficinas agrarias, en las que "dispone de profesionales especializados en sus necesidades". El volumen de negocio del sector agrario en Andalucía asciende a 4.446 millones de euros.
Para La Caixa, el objetivo es "fomentar las inversiones ecológicas y extender a sus clientes su compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad". La entidad financiera fue elegida en 2012 "líder" en su sector en gestión del cambio climático en España, según el Carbon Disclosure Project Global 500.
Así, la política ambiental de La Caixa, gestionada por su Comité de Medio Ambiente, está avalada por la certificación de la norma ISO 14001 y el reglamento europeo 1221/2009. En este sentido, la entidad ha dejado constancia de su "compromiso explícito" con todas las iniciativas dirigidas a la prevención, mitigación, adaptación y respuesta al cambio climático.
VIA | Ecoticias.
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